martes, 25 de octubre de 2011

Lo que más gusta: nuestro brunch







Domingo por la mañana, tarde para desayunar y pronto para comer, pero con el gusanillo en el estómago después de haber trasnochado el sábado. Es el momento perfecto para disfrutar de los aromas y sabores dulces y salados de un buen brunch. 

Como toda buena costumbre, los norteamericanos hicieron suya esta tradición de origen británico que viene a dar nombre a un desayuno tardío o comida temprana típico de los domingos. De ahí, la expresión ‘brunch’, resultado de fusionar ‘breakfast’ (desayuno) y ‘lunch’ (comida).
Aquí, en España, la tímida llegada del brunch ya se ha hecho notar en las principales capitales. En Gijón, BÖMARZO es pionero en la implantación de esta suculenta tendencia, donde los Huevos Benedictine son la estrella entre las 11.00 y las 15.00 de los domingos. 

Lo mejor, para abrir el apetito, es empezar con los dulces de la bollería francesa recién horneada, acompañada de zumo natural y yogurt con cereales o fruta, todo ello regado con los aromas de un buen café, un té o un reconfortante chocolate caliente. 

Después, vienen los salados con los sabrosos huevos a la benedictine de jamón o salmón, y una tabla de quesos con cuatro variedades diferentes. El bloody mary o una copa de cava son la guinda para terminar el brunch del domingo con la categoría que merece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario