jueves, 5 de enero de 2012

De la novela "Bomarzo" (Mujica Lainez, 1962) (4)


 

(…) El desdén que mi padre evidenció hacia mí, desde que se convenció de su impotencia para corregir mi cuerpo contrahecho, fue tan vehemente como el amor que me demostró mi abuela, Diana Orsini. Decepcionado, irritado, ese hombre agresivo de quien se cuchicheaban en Bomarzo tantas ferocidades y sinrazones, proclamaba constantemente que él no tenía más que dos hijos: Girolamo, el futuro duque, y Maerbale, a quien pensaba dedicar a la Iglesia, con ayuda de su suegro, el cardenal. (…)

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