miércoles, 15 de febrero de 2012

Un libro, un vino: "Noticias de la noche" de Petros Márkaris, con un blanco griego

Comenzamos una nueva sección de nuestro ‘Blögmarzo’ en la que queremos combinar dos placeres: un buen libro y una copa de vino. Ya decía el Perich en una de sus muy brillantes e ingeniosas frases que "beber es mucho más culto que comer, puesto que comiendo es incómodo leer".

Con motivo de la celebración de la BCNegra 2012 y la concesión del Premio ‘Pepe Carvalho’ al escritor Petros Márkaris, hablamos de Noticias de la noche, la primera de una serie de novelas policíacas protagonizadas por el comisario Jaritos en la que la intriga, unida a unos diálogos brillantes, hacen que el lector no pierda el interés hasta el final.

Kostas Jaritos, teniente de policía griego, parece antipático, es un hombre descontento, no está a gusto con su pasado y su futuro le resulta incierto. Su vida doméstica se centra en las peleas con su esposa Adrianí. Sabueso cínico, experimentado y algo canalla que, pese a haber lidiado largos años con el delito, no ha perdido interés por resolver los oscuros enigmas que se le plantean. "Estoy luchando contra un monstruo de dos cabezas y tengo que conformarme con cortarle tres deditos", frase que resume a la perfección su objetivo de no caer en la rutina ni el desánimo.

Sinopsis
El hallazgo de los cadáveres de un matrimonio albanés y las observaciones que sobre el caso sugiere una intrépida y ambiciosa periodista pondrán al comisario Jaritos sobre la pista de un sórdido comercio clandestino que alimenta los intereses monetarios y faltos de escrúpulos de organizaciones griegas y albanesas. Dos nuevos homicidos sin resolver y aparentemente ajenos a la muerte de la pareja vendrán a sumarse al fardo que debe resolver.

Acompañamiento
Para esta novela viene bien una copa de Retsina of Attica 2007, un blanco suave de Kourtaki, la mayor productora de vino griego. Y si estáis en Bömarzo Café, también acompañaría un Nekeas Viuras Chardonay, un blanco navarro elegante y bien elaborado.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Cafés con encanto: Mamá Framboise o el aroma de la auténtica ‘boulangerie’ en Madrid


Bollería, bizcochos, galletas y tartas con los sabores de toda la vida. Una cuidada gama de panes, sandwiches, quiches, ensaladas o productos gourmet. Para acompañar, café, chocolate a la taza, batidos de frutas naturales, vinos, licores y champagne.

Mamá Framboise es una ‘boulangerie-patisserie’ en el barrio de Justicia en Madrid, con estilo provenzal, acogedor. Como sus creadores lo definen, “un lugar mágico y una experiencia para todos los paladares”.

Ingredientes naturales al servicio de una pastelería equilibrada y baja en grasas con productos sanos y de calidad. “Todos nuestros productos son artesanales, salen directamente del horno”, recuerdan.

En el salón se puede disfrutar de todos los productos, aunque también se pueden pedir para llevar a casa o hacer eventos en la bóveda.

Un equipo que dirigen el chef pastelero Alejandro Montes (Mejor Pastelero Joven de España en 2006 y Mejor Chocolatero de España en 2007) y Ángel Sánchez-Infantes, miembro de larga familia de panaderos.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Lo que más gusta: El mural de Bömarzo, homenaje de Fueyo a la Carbayera del Tragamón




Mucha gente que entra en Bömarzo Café se sorprende al ver el mural que llena por completo una de sus paredes. Les gusta. Algunos reconocen los árboles dibujados, por lo general son nacidos o criados en Gijón.
Otros, sencillamente disfrutan de la armonía de la composición y del magistral trazo del artista asturiano Fernando Fueyo, autor de la acuarela original que sirvió de base para esta enorme reproducción y que aporta al café un ambiente realmente singular y acogedor.
Son árboles reales, muy viejos y sabios, con identidad propia, carbayos y robles de la Carbayera del Tragamón, monumento natural que forma parte en la actualidad del Jardín Botánico Atlántico. "Es Gijón, es otro mundo", como dice su eslogan. Ellos han servido de inspiración al dibujante, un enamorado de la naturaleza y de los árboles.
Como describe con detalle la revista Asturnatura.com, la Carbayera es un pequeño bosque adehesado, formado por árboles adultos sin ejemplares jóvenes entre ellos que se encuentra dividida por una carretera. La parte sur, llamada Los Maizales, es en la que se aprecia mejor esta estructura de dehesa y está formada principalmente por carbayos (quercus robur), unos 192, melojo (quercus pyrenaica), un único ejemplar, castaños, arces y laureles, mientras que en la zona norte, atravesada por el arroyo Peñafrancia, se forma una llanura de inundación en la que se encuentran alisos, sauces y algún chopo.
Los ejemplares más viejos de roble tienen edades próximas a los 500 años, aunque la mayoría de los árboles tienen entre 250 y 325 años.
La Carbayera de Tragamón data del siglo XVI, aunque se desconoce realmente su origen. Pudieron ser restos de otra población de árboles más antigua o bien desarrollarse como individuos aislados de forma natural. La mayoría proceden de plantaciones artificiales, realizadas entre 1600 y 1750, en las que fueron plantados en filas. Los más jóvenes, de 50 años, se establecieron naturalmente en la parte norte.
Tragamón ha sido lugar de esparcimiento de los gijoneses durante años; en los últimos años de la dictadura y los primeros de la transición tuvieron lugar aquí los llamados 'días de la cultura', en los que se realizaban concentraciones por la libertad, como recuerda Rocío Valle en el articulo titulado "La semilla cultural de Los Maizales", publicado en La Nueva España (16 de agosto de 2009) y archivado por la Fundación Juan Muñiz Zapico en un resumen de prensa sobre la transición en Asturias.